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martes, 3 de febrero de 2015

Desmontando la fusión entre Ferrol y Narón

Hace no mucho, el grupo de UPyD de Ferrol (y al parecer también de Narón, según dicen, porque no lo hacen constar) publicó un vídeo -muy original, hay que reconocérselo- explicando las presuntas ventajas de la fusión entre Ferrol y Narón. Esta acción viene a sumarse a la campaña que han emprendido para las municipales en ambos ayuntamientos, con ese único punto programático. Debería llamarlo maná, porque según ellos una vez fusionados desaparecerán los problemas de los ciudadanos. 
Se argumenta que la vida de los ciudadanos de ambas ciudades se realiza en ambas, gente que vive en una y trabaja o compra en otra, pero esa es una realidad se puede decir de cualquier ciudadano de un ayuntamiento de la comarca con respecto a su cabecera. Incluso hay ferrolanos que hacen lo mismo con Coruña o Santiago. La relación quizás es más intensa por la proximidad, pero no por ello extraña.

También se dice que mientras Ferrol no tiene apenas suelo industrial que genere empleo más allá de los astilleros de capa caída (eternos culpables o culpados de la crisis de la ciudad) en Narón hay supuestamente exceso de polígonos. Y entonces es cuando se cita que el polígono de Vilar do Colo está prácticamente vacío, y yo no diré ni que sí ni que no... ¡pero es que Vilar do Colo está en Fene, no en Narón! Los polígonos de Narón no están vacíos, aunque tampoco llenos totalmente.

Otro de los argumentos que me ha llamado la atención es que supuestamente al tener más de 75.000 habitantes se entraría en otro régimen de cesión de tributos por parte del estado, con lo que "nos tocaría más". Y la gran ventaja es que dejaríamos de depender tanto de la diputación, con lo que ahorraríamos en burocracia y duplicidades, pero... ¿entonces la diputación ya no invertiría la gran cantidad de recursos que destina cada año a nuestros ayuntamientos? La mayoría de los caminos, pistas y carreteras son o competencia de la diputación o arreglados con cargo a sus subvenciones. La diputación también se encarga de recaudar el IBI, ¿seguiría haciéndolo o el "fusionayuntamiento" tendría que tener suficientes funcionarios (o sea más) para abordar este tipo de tareas? Ser una gran ciudad además de más ingresos acarreará más obligaciones al ayuntamiento.

El ahorro en sueldos de concejales es un argumento recurrente, pero recordemos que sólo cobran un sueldo completo aquellos con dedicación exclusiva y no son todos sino aquellos que no pueden compaginar su actividad profesional habitual con el concello, sobre todo en el caso de aquellos en el gobierno. Reducir de  46 concejales (25 + 21) a 27 (los que tiene Alcobendas, municipio con 110.000 habitantes) no debería hacer sino perjudicar la representatividad, puesto que lo importante es el número de dedicaciones exclusivas, es decir de sueldos y no de gente que cobra dieta por ir a pleno. En Narón son 3, en Ferrol 10, es decir 13 en total, en una gran ciudad podrían llegar a 18, con lo que no tendría que haber reducciones, sino que aún se podrían conceder 5 más.

En el apartado de funcionariado, está claro que se ahorraría, ¿pero será igual de productiva, y sobre todo cercana, esa administración o se acumularán los asuntos de 110.000 personas? Yo no tengo claro que se pueda reducir tanto la plantilla y seguir gestionando bien. Se podrá reducir y habrá retrasos, o se podrá poco menos que mantener y entonces se mantendría un servicio quizás similar pero en el caso de Narón más lejano al ciudadano.

Yo no creo que nadie de duros a cuatro pesetas, si se gasta menos o hay menos personal el servicio no puede ser igual. La razón de ser de la administración local es la cercanía, no crear entes mastodónticos que luego no seamos capaces de gestionar. No soy contrario a la fusión de municipios per se, pero me llama poderosamente la atención los ejemplos que se ponen para ejercer de experiencias pioneras, cuando no sólo en Galicia (donde más hablamos de esto) sino en toda España tenemos ayuntamientos de proporciones ridículas (estadísticamente hablando) y con grandes dificultades para financiarse y prestar los servicios municipales pero que se siguen manteniendo inalterados por alguna razón, y no voy a negar que la haya. No entiendo esta obsesión por reconquistar Narón cuando nos han mirado por encima del hombro desde hace casi 200 años, o incluso más, cuando aún ni existía. No entiendo por qué hacer una ciudad con 110.000 habitantes, para ser los terceros de Galicia y desbancar a Ourense. ¡A Ourense! Con todos mis respetos para la ciudad de las burgas, pero es un logro bastante modesto para publicitarlo tanto.

El oportunismo de esta propuesta, sobre todo avalada por PP y recientemente UPyD cada vez que se acercan unas elecciones me huele a esas propuestas de reducción de escaños en parlamentos. Esto es pura especulación, pero viendo a un PP en Narón que se queda eternamente a las puertas de cambiar el gobierno, al lado de un PP de Ferrol que goza de una mayoría que no sabe si mantendrá... quizás en sus cálculos electorales la suma de los votos de ambos concellos les beneficie. Y lo mismo podría decir de UPyD, que al estar sin representación en ninguno de los dos ayuntamientos, ¿conseguiría con la suma de votos al menos arañar un concejal? 


Especulaciones a parte, lo que sí es una incógnita es cómo sería esa fusión. ¿Tipo Oza-Cesuras? Es el único precedente que tenemos, salvo absorciones aparcadas en el olvido como la de Serantes por Ferrol, que no tenemos muy claro si benefició mucho a Serantes. No se habla de cómo afectaría al aspecto identitario, desde el nombre del municipio, heráldica, etc. Tampoco si se centralizaría la administración en la Plaza de Armas o no. En realidad no sabemos nada, estamos discutiendo sobre nada, supuestos ahorros y supuestas duplicidades, añadiría yo.

Como ferrolano de nacimiento (real en el Marcide y administrativo en el juzgado) que soy, pero sin embargo vecino empadronado en Narón desde ese momento, mi opinión mientras no se presente un plan claro de cómo sería esa fusión es contraria a la misma. Yo creo que deberíamos centrarnos en potenciar la cooperación entre ambos ayuntamientos, que es posible pero nos dedicamos a ponernos la zancadilla unos a otros. ¿Si no somos capaces de mancomunar servicios sin generar conflictos cómo vamos a convivir en el mismo municipio?

viernes, 7 de marzo de 2014

Que todo cambie para que todo siga igual


Como suele ocurrir en estos casos, el miércoles nos fuimos enterando poco a poco y por sorpresa de que el BOE había publicado un Real Decreto (96/2014) poniendo orden de manera oficial en la ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales y otros estudios superiores (legalmente discriminados, equivalentes mas no iguales) estableciendo los distintos escalones en los que se dividen las titulaciones (Técnico Superior, Grado, Máster y Doctor).

El ministerio de Educación ha tenido a bien aclarar que cuando afirma que el Título Superior de Música es equivalente a todos los efectos a un grado quiere decir precisamente eso, que no tiene ninguna intención de atender a las peticiones de alumnos y profesores para integrarse en el sistema universitario. Las peras con las peras y las manzanas con las manzanas (citando a una célebre esposa, alcaldesa y políglota). Que corra el aire.

Alguien metió la pata hasta el fondo cuando creyó que se ahorraría complicaciones dando titulación de Grado a todas las carreras de ese nivel, estuviesen o no en centros universitarios. Este es el caso, por ejemplo, de las Enseñanzas Artísticas Superiores: música, danza, arte dramático, diseño..., que en una excepción sin semejanza en otros países civilizados, se hallan fuera del sistema universitario, y sus centros deambulan en un limbo administrativo de cuerpos de profesores y direcciones generales entre lo universitario, la formación de adultos y la enseñanza secundaria. Ocurre lo mismo con otros aspectos como las becas u otras condiciones relativas a derechos de los alumnos.

Y resultó que no nos ahorramos complicaciones, la universidad de Granada vio venir que cualquier escuela superior de diseño iba a dar a sus alumnos un grado, y se plantó en los tribunales a defender SUS títulos universitarios. Y el Supremo les dio la razón, desde ese momento había dos opciones que se han barajado hasta hace muy poco: o volvemos hacia atrás a la titulación "equivalente" o damos un paso y nos integramos en la universidad.

A pesar de todo el entusiasmo puesto sobre la mesa, el cambio ha sido hacia atrás. Aunque alguna administración e incluso algún medio de comunicación (que parece haber leído mal el BOE) digan lo contrario, aquí hemos cambiado para seguir igual. En ese decreto no dice otra cosa que lo que siempre ha sido nuestro título superior, un título equivalente al que emiten las universidades, pero sin ser universitario ni poder denominársele grado. 

No deja ser útil el símil de las peras y las manzanas, la actitud de los legisladores en ese asunto no deja de ser la misma que la que defiende esta postura: no es que no te quiera dar lo mismo, pero el nombre es sagrado y está reservado para ...(la universidad), te podemos dar algo igual pero con otro nombre.

Que no nos engañen, diga lo que diga la propaganda, seguimos igual.

miércoles, 23 de octubre de 2013

Esquirol

Qué contento se pondría el señor José Ignacio Wert si mañana los medios de comuniación decidiesen ilustrar la huelga general educativa dándose un paseo por el Conservatorio Superior de Música "Manuel Massotti Littel" de Murcia, pues su seguimiento, a juzgar por el poco interés que se muestra en el ambiente, es posible que sea escaso. La huelga no se ha colado en las conversaciones habituales de pasillo, cantina o entrada, como sería de esperar en las vísperas de una jornada de estas características. Y la verdad, yo mañana iré a las dos clases que habitualmente tengo los jueves por las mañanas.

Pero que no se engañe nadie, y que tampoco se le ocurra al ministro venir a visitarnos, porque no tendría buen recibimiento. No es que estemos de acuerdo con la política del señor Wert, con la LOMCE, con la negativa a otorgarnos un grado e integrarnos en el sistema universitario, la política de becas... y tantos otros asuntos; no, en este centro tenemos razones más que fundadas para seguir la huelga de manera masiva y también para protestarle a la Consejería de Educación de la Región de Murcia por otras tantas responsabilidades suyas, que justificarían incluso una huelga indefinida -financiación y  mantenimiento del centro, retrasos normativos...

Pero ocurre que las enseñanzas artísticas (al igual que otras materias como las humanidades: filosofía, historia, geografía, lenguas clásicas...) al final no le importan a casi nadie. Importamos tan poco que la LOMCE nos aparta del medio y la gente sólo protesta por el estatus de la asignatura de religión, o por las horas que se dan en tal o cual lengua. El arte no vende, se dice que no es rentable, y tampoco da tanto morbo como para sacarlo en los medios, salvo en casos anecdóticos. 

Y se produce un curioso efecto, como la sociedad española nos ignora -porque en el resto de Europa y del mundo civilizado no ocurre así-, pues nosotros los ignoramos a ellos. Nos encerramos en nuestro mundo y nos volvemos egoístas: tú a lo tuyo, a estudiar y luego a emigrar. Así se explica que un músico no se le pase por la cabeza sacrificar sus clases por cualquier tipo de causa, en el fondo no serviría de nada, a nadie le importaría, salvo al propio músico. Si un obrero no va a trabajar la fábrica se resiente, pero si el conservatorio no funciona corremos el riesgo de que nos lo cierren, y tampoco le importaría a nadie.

Por la boca pequeña nos quejamos de todo, en petit comité, o en las redes sociales -mea culpa-, pero luego somos un colectivo que no merece ser llamado así, si acaso un grupo de personas, porque cada uno va a su aire. Y puede que ahí resida la diferencia, no somos capaces de ponernos de acuerdo ni para quejarnos, y mientras tanto seguimos sufriendo individualmente la dejadez administrativa, los recortes, los cambios normativos, la severa falta de mantenimiento de nuestro centro -de la que no damos demasiada cuenta fuera porque no nos gusta echar piedras sobre nuestro tejado, así de orgullosos somos- y otros problemas menores que van engordando la ya inmensa bola de diferencias que sólo apreciamos cuando despegamos -literalmente- a otros centros u otros países y comparamos.

Mañana seré un esquirol, arrepentido pero esquirol, por todo esto, porque el hecho de que falte aisladamente a clase no arreglará nada. Pero aunque no tenga derecho, porque el que calla otorga, no quiero que me incluyan en ningún tipo de mayoría silenciosa. No voy a clase porque esté de acuerdo con nada, ni en desacuerdo con los convocantes, sino porque formo parte de un grupo de esquiroles que parece no importale a nadie y que hace honor al dicho: Divide y vencerás.

sábado, 5 de octubre de 2013

¿Españolizar la educación? ¡No, gracias! En tal caso hagámosla europea.


Se da la paradoja en la Europa actual -como en tantas otras ocasiones- de que al intentar homogeneizar los diferentes sistemas educativos "nacionales" de la Unión, se acaban produciendo determinados desagravios que pasan desapercibidos, o bien a los que nadie quiere poner remedio. Las diferencias se detectan gracias a programas de intercambio y construcción cultural europea como el programa ERASMUS o a la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior, más conocido como "Plan Bolonia". La historia de estas iniciativas ha estado, en declaraciones de sus impulsores, llena de obstáculos por parte de los países, reacios a delegar en la UE -y también hacia abajo en órganos autonómicos, en el caso de España- sus preciadas competencias en educación. Puede que estos mismos gobiernos no presten tanta atención a la educación y la cultura en sus presupuestos, pero al igual que la lengua son sus marcas de identidad como países. Es la cultura, y no la economía o la industria que son universales, la que determina la Nación.

Nacionalismos a parte, cada estado hace y deshace en educación a su antojo. Ni siquiera hay un quórum internacional en cuanto a qué nivel educativo le corresponde a cada disciplina, encontrándonos con situaciones como la de las Enseñanzas Artísticas Superiores (EEAASS), integradas en la universidad en el resto de Europa -y del mundo civilizado- pero condenadas al ostracismo en España. Ya ha costado mucho -lo sabemos los que hemos sufrido este último cambio de plan de estudios- consensuar unos mismos criterios en reconocimiento de créditos, períodos lectivos, créditos por grado de titulación... Y sigue habiendo excepciones, pues no todo el mundo quiere ceder, o no a todos nos dejan aceptar.

Cuando se trata de coordinar los sistemas educativos de países distintos es cuando se evidencian las diferencias. Por ejemplo, sin entrar en el contenido de los planes de estudios, en cuanto al tema de tasas y becas. Cuando un estudiante español realiza una estancia ERASMUS en un país como Suecia, paga las tasas de matrícula españolas, pues no deja de pertenecer al sistema educativo español y a la institución en la que cursa sus estudios. Podrá estar exento del pago bajo determinados umbrales de renta o situaciones familiares, -superando una nota media de 5,5 tras la última reforma- y recibir una beca -si sobrepasa el 6,5 de nota media, superior a 60€ en función del presupeusto total, número de becarios y nota media de expediente. El estudiante sueco que viene a España de ERASMUS no paga ningún tipo de tasa en su país y recibe dinero del estado para no depender económicamente de su familia. Pero además ambos pueden recibir una beca ERASMUS, más cuantiosa la sueca que la española, acorde con su nivel de vida, pues cada país establece las cuantías de acuerdo con sus criterios.

En España, con el pretexto de la crisis económica, muchos sectores contrarios a la descentralización del estado -curiosamente muchas veces residiendo en el centro del estado- reclaman la devolución al mismo de las competencias de sanidad y educación, argumentando que nunca deberían haber salido de sus manos -o garras, según se entienda- provocando desagravios entre ciudadanos de diferentes lugares del país. Es evidente que la descentralización de la educación supone un riesgo para quienes defienden una unidad cultural y nacional de España, pues la enseñanza de lenguas, historia y cultura de los pueblos periféricos es interpretada como una suerte de imposición o invención "nacionalista". La educación puede ser un arma ideológica muy potente, y no debiera serlo, mas sin embargo no deja de ser esa también la razón por la que se quiere recuperar para el estado central.

Puede haber argumentos válidos en ambas direcciones: desde la igualdad de oportunidades, homogeneización de criterios, homologación de planes de estudios para hacerlos compatibles y no generar perjuícios a la movilidad entre estudiantes dentro de España... Y en la contraria, y ahí me posiciono yo, sin estar en contra de los anteriores; la educación en España tras desligarse de la iglesia siempre ha estado centralizada, y eso ha supuesto un perjuício en las regiones periféricas de generaciones educadas en el olvido y menosprecio a su propia cultura, frente la la "lengua común", la "fiesta nacional", y demás tópicos. En mi opinión no debemos permitir que se pierda ese legado cultural, que es responsabilidad en primer lugar de cada uno de los pueblos que lo hemos recibido de nuestros ancestros, y en segundo lugar -si consideramos habitar el mismo estado- de su conjunto, siendo objeto de protección y promoción por parte de todos. Ningún tipo de centralismo puede funcionar en España sin integrar a las culturas periféricas o bien, como se ha hecho en el pasado, silenciarlas o aniquilarlas.

En clave europea, podemos considerar a España (y a cada uno de los países de la UE) una periferia. Se apuesta más por potenciar lo que nos separa y diferencia, lo que nos "hace españoles" que lo que nos une. En este sentido no veo muchas diferencias con lo que se critica al sistema autonómico. El peso de la lengua castellana, la historia de España vista desde España (y sus equivalentes en cada país, por poner un ejemplo de mateiras sensibles a este fenómeno) es bastante fuerte,frente a la historia universal, o una historia europea. Conocemos muy bien la lista de los Reyes Godos, la batalla de Roncesvalles, la vida y milagros de los Reyes Católicos... También la correcta ortografía castellana, la obra de Cervantes... ¿Pero qué espacio tienen la historia europea o universal en nuestros planes de estudio? ¿Conocemos obras literarias que no sean españolas? ¿Se potencia suficientemente el estudio de las lenguas extranjeras?

Si de lo que se trata es de olvidar nuestros egos nacionales para favorecer el bien común, la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación y una educación de la misma calidad, ¿por qué no aspirar a garantizar esa igualdad para todos los europeos?. Ya tenemos unión económica, monetaria, tratados comunes muchas materias, fronteras comunes... ¿para cuándo una verdadera Unión Educativa Europea? Siempre se habla de igualar por arriba, y no por abajo, es una crítica -un mantra casi- a la educación española, tomemos ejemplo de los países educativamente más avanzados, con los que compartimos espacio en la Unión Europea, consensuemos con ellos un nuevo modelo educativo común que garantice tanto los derechos de los ciudadanos al acceso a una educación pública, universal, gratuíta y de calidad, así como la protección y divulgación de la cultura, lengua e historia de los diferentes países miembros.

lunes, 30 de septiembre de 2013

Crónica negra


Enciendo el televisor y en pantalla aparece por enésimo día algún pariente –más lejano o cercano según la hora del día -, amigo o conocido de alguna víctima de una terrible tragedia o asesinato. Estas escenas de entrevistas más o menos incómodas, rozando el morbo, se suceden tanto en programas vespertinos, como incluso en programas nocturnos de “prime time” y por desgracia ya no entienden de cadenas, esta moda de vender morbo a todas horas se ha apoderado incluso de la televisión pública. Esta infección se ha extendido incluso hasta programas que hasta hace dos telediarios se dedicaban íntegramente al debate político.

El derecho a la información se ha deformado hasta llegar a una explotación de un suceso concreto para vendérselo a la audiencia durante el máximo tiempo posible, el suficiente para encontrar la siguiente desgracia a la que sacarle su jugo. Porque una cosa es informar puntualmente de los sucesos y de su desarrollo, y otra muy distinta es estar constantemente metiendo el dedo en una llaga aún abierta, llegando incluso a enjuiciar a culpables e inocentes sin apenas aportar un fajo de pruebas sin verificar sobre la mesa.

El juicio mediático está peligrosamente substituyendo al penal, manipulado según las directrices ideológicas de los medios, pudiendo en un determinado medio ser un acusado culpable y en otro totalmente inocente. No seré yo quien niegue el derecho a la información, o a la opinión, todo lo contrario, pero esto es una mercantilización de las desgracias, aprovechándose de la curiosidad innata de los españoles por saberlo todo de la vida de los demás. 

Hasta el jueves pasado no me había dado cuenta de hasta qué punto está de extendida esta práctica, fue a raíz de un comentario escuchado en la radio mientras viajaba en autobús por Murcia –algo por otro lado poco habitual, desde que su precio subió – que versaba precisamente sobre el hecho de que se había puesto de moda la crónica negra, acorde con el tiempo oscuro que vivimos. Una válvula de escape de la sociedad, ¿Nos sentimos mejor viendo la desgracia ajena? ¿O despierta una empatía y/o solidaridad que nos reconforta? Como no soy sociólogo, ni psicólogo, ni tengo conocimientos en ningún campo de ese estilo, no puedo responder a estas preguntas, y ni siquiera sé si he formulado las preguntas correctas.
Visto lo visto nos espera una temporada de crónica negra, hasta que los medios encuentren un nuevo “panis et circensis” con el que hacer caja.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Agendas para el olvido



¿Debería fundar un partido político o presentar mi currículum a alguno existente para solicitar un puesto de trabajo? Quizás sea una idea muy estúpida, pero lo que sí tengo claro -bromas aparte- es que viendo los últimos acontecimientos en la calle Génova de Madrid parece que soy capaz de hacerlo mejor que alguna gente, pues sin demasiado esfuerzo he sido capaz de encontrar mis agendas de los últimos 12 años, todas las que he tenido en mi vida.

Prueba gráfica, 12 años en agendas.
Aporto prueba gráfica, y antes de que me lo digáis, hay 11 agendas. Pero esto tiene explicación razonable, algunas son de los mismos años, y la última que tengo es del curso 2009/2010 en la USC. Nunca he dependido de ellas para organizarme -aunque mejor debería decir desorganizarme-, por lo que muchas son regalos o material académico, y es por eso que no tengo ninguna posterior al último curso que pisé las aulas de la Universidade de Santiago de Compostela. Pero ahí las tenéis, parte de mi vida resumida en agendas.

Como ya he dicho, nunha he sido buen usuario de ningún tipo de agenda, aunque lo he intentado muchas veces, tanto con agendas analógicas como con software en pc o más recientemente en smartphone. No encontraréis por lo tanto, nada interesante en ellas, y mucho menos datos reveladores o secretos. Siento decepcionaros.

domingo, 28 de octubre de 2012

La Cultura es un derecho, el negocio es la ignorancia.

El arte y la cultura es lo que nos diferencia de los animales, no lo olvidemos. Porque a su nivel, los animales tienen conocimientos de ingeniería, ciencias, economía o política. Pero no tienen arte,  no crean, no sueñan, no usan el medio para expresarse... Pero construyen sus nidos, crían a sus hijos, administran su hábitat, su comida, y se administran entre ellos como sociedad. Pero ellos no cantan, ni bailan, ni son capaces de ponerse en la piel de otros, ni imaginan, ni interpretan.
El arte y la cultura son inherentes al ser humano. Y desde luego no son un negocio. No es algo que alguien haya inventado para ganar dinero. No se puede aplicar la ley liberal de la oferta y la demanda. La gente no tiene que pagarse su cultura, la sociedad debe sostener su cultura, por su propio beneficio, porque la necesita. Porque negar a la gente el derecho a la cultura, es como negar el derecho a ser seres humanos.
Desde luego la cultura necesita unos recursos, no sale de la nada. Desde la creación y mantenimiento de sus contenidos y continentes, hasta el soporte vital de los propios creadores. A lo largo de la historia lo que ha cambiado ha sido quién pagaba esto. Los artistas pasaron de trabajar para personas de las élites sociales y políticas, que usaron las obras para su mera propaganda y disfrute personal, a un proceso de incorporación al (entonces) nuevo mercado libre, al liberalismo. Otra fuente importante de financiación artística fue la Iglesia, bajo cuyo mecenazgo se crearon grandes obras "Ad maiorem Dei gloriam". Y hemos pasado de admirar una obra per se, a valorar sus ingresos en tasaciones, taquilla, ventas... Lo curioso es que los artistas dan el paso buscando mayor libertad, y hoy en día ya no es raro el caso en el que se llega a ser esclavo del mercado...
El motivo por el cual planteo todas estas ideas, es una vez más, como ya viene siendo habitual, una reacción repetina, quasi pasional, ante declaraciones y/o actitudes que observo. Y en este caso no he podido volver a escuchar el ya repetido mantra liberal contra las subvenciones en cultura (que no por repetido deja de ser hipócrita, puesto que las ayudas a los, ahora culturales y artísticos, toros nunca las han criticado, por ejemplo). Y la gota que colma el vaso en todos los casos es un argumento que hace aguas por todos lados, en este caso le ha tocado al señor Eduardo Inda con su: "Velazquez fue un genio, y no estaba subvencionado".
Autorretrato de Velázquez integrado sutilmente en su célebre obra "Las Meninas", en orígen: La familia de Felipe IV
Por supuesto, aquí hay que reconocer una parte de razón, Velázquez sí que fue un genio. Pero decir que no estaba subvencionado, es de una ignorancia supina. Porque hasta donde yo sé, Velázquez vender, lo que se dice vender, no vendió muchos cuadros... más bien cobraba dinero de lo que... sí, esta gente llama Papá estado. No sólo eso, Velázquez era un empleado público, un funcionario! Pero ojo, igual estoy equivocado, y trabajar como pintor en la corte del Rey de España es una profesión liberal.
Si esta gente pretende defender la cultura liberal, la que se vende, por lo menos que se traigan los ejemplos de sus artistas liberales y no subvencionados de casa... y así se pueden ahorrar el ridículo. Oh! Wait... ¿He dicho ridículo? Perdón, nadie le corrigió en directo, probablemente mucha de la gente que lo escuchó se lo habrá creído y usará el argumento en posteriores debates. Otros ni siquiera habrán prestado atención. Espero que no haya ninguno que no sepa quién fue Velázquez.

viernes, 26 de octubre de 2012

Los niños deben saber…

Tras muchas declaraciones de los políticos de nuestro gobierno acerca de nuestra educación (casi nunca para decir nada positivo) y viendo la inactividad o hiperactividad legislativa que a veces (entiéndase, continuamente) padecemos en este sector. La educación siempre ha sido en España caballo de batalla para las diferencias tendencias políticas, pero nunca en el buen sentido. Dice bastante de un país que la gente no sea capaz de ponerse de acuerdo sobre cómo educar a sus hijos, no ser capaces de entender que en ello reside el futuro del propio país. 
En los últimos meses nuestro ministro de educación (cultura y deporte) nos ha venido obsequiando con cuantiosas declaraciones dignas de mención. La situación se vuelve tan surrealista por momentos, que casi parece que pretenda agitar los medios y las redes sociales para que no pensemos en lo que el resto de sus colegas hacen con sus respectivas carteras. Alguna de estas curiosas sentencias ya las he comentado anteriormente. Pero desde hace tiempo tiendo a relativizarlo todo, tragarlo para dentro, olvidar e intentar disfrutar de la grandísima oportunidad que tengo (gracias a la UE, porque el estado aún no me ha pagado ni un duro, ni tengo certeza de que lo vaya a hacer…) de estudiar en un país tan diferente como es Suecia.
Sin embargo hoy, sin explicación (quizás exceso de café), me he levantado muy temprano y lleno de ideas. Y no aguanto más sin decir unas cuantas cosas. En concreto quiero relacionar dos declaraciones, una ha transcendido bastante, la segunda al llover sobre mojado creo que no. La primera la pronunció la señora funcionaria del Ministerio de Turismo Doña Esperanza Aguirre en un mitin del PP en Vigo: "Los niños deben saber que España es una gran nación con 3000 años de historia". La segunda salió de la boca de nuestro estimado ministro de Educación, Cultura y Deporte, el señor José Ignacio Wert: "En algunas comunidades el contenido de los libros de texto intenta transferir un sentimiento nacional e inclinar hacia una ideología determinada".

En un primer momento, esta segunda afirmación ya ni me causó impresión. Un servidor ya está curado de espanto. Pero tras dejar que fuese calando en mi subconsciente, y mezclándose con otras ideas que ya había escuchado antes, y que escucharía después… eclosiona. No podemos permitir que la gente diga estas barbaridades, y en este caso me refiero a la señora Aguirre. Salvo que, claro está, el señor Wert tenga razón, y los libros de historia de la Comunidad Autónoma de Madrid digan esas cosas, en ese caso le daría gustosamente la razón a los dos. Igual lo que el señor Wert quería decir, es que en algunas comunidades autónomas, los libros de texto no están suficientemente españolizados para su gusto , y tienen en cuenta que existe algo más en España que toros, sangría, paella, flamenco, siesta, calor… esa es la imagen que tiene la gente fuera de España, aquí nadie sabe nada de manifestaciones, independentismos, ni leches. Dejen la Marca España en paz, que ya bastante vergüenza nos puede llegar a dar, matizo, a veces. Y los mercados, esos miran las cuenta que ustedes les dan, no sus periódicos, y son malísimas, nadie se fía (y no me extraña)… déjense ya de recriminar cosas a los ciudadanos y hagan su trabajo. Si no saben cómo, déjenle la mamandurria a otra persona.
Señora Aguirre, en primer lugar, los niños no deben saber nada, ¡Deben aprender a saber! Es crucial que los niños aprendan a pensar, a buscar información, a ser curiosos y críticos… sólo así se evita "saber" barbaridades como las que usted dice. En segundo lugar, sobre si España es una gran nación, es un concepto tan discutible, que cualquier persona con conocimientos históricos y políticos evitaría pronunciar como verdad absoluta (aunque sí puede ser una opinión defendible, no es mi caso). Pero fíjese, no es esta parte de la frase la que me molesta, porque si usted opina que España es una gran nación, está en su completo derecho de sentirse así (y yo en el mío de no compartirlo, pues el nacionalismo es un concepto romántico, un sentimiento, una opción, no una realidad absoluta que podamos medir). Lo más grave es decir que España tiene 3000 años.
Pueblos de la Península Ibérica en el siglo X a.C.
Cómo decirlo, si viajásemos 3000 años atrás, no encontraríamos sobre la Península Ibérica ningún español. Es posible que tengamos que retroceder al siglo XV para encontrar a alguien que diga ser español. Eso sí, nos encontraremos a los fenicios, a los pueblos prerromanos, más tarde a los habitantes del Imperio Romano, dueños y señores del Mare Nostrum, y tras su caída, veríamos cómo surgirían los primeros reinos feudales europeos de la mano de nuestros amigos germanos (por cierto, el primero de todos lo fundaron los Suevos, en el territorio que ocupaba la Gallaecia romana). Más tarde la mayor parte de su querida España estuvo… ¿Ocupada por los árabes? ¿Durante 800 años? ¿Frente a los escasos 100 que los cristianos germanos habían estado en la península? ¿Y según usted, esos eran españoles o no? Porque eso depende a quien le pregunte… En fin, no voy a seguir ahondando en el tema porque se entiende por dónde voy, curiosa visión: España cristiana durante 100 años, luego "es ocupada" 800 años por los musulmanes, pero son extranjeros, es curioso el matiz que le damos, ¿No?. Y luego siguen 500 años de cristianismo. 800 frente a 600, grosso modo como le gustan las cuentas a usted, pero los musulmanes, judíos y demás familia siguen siendo extranjeros aquí. Cada uno sabe lo que le apetece.
La "Nación Española" si existiere, tendrá un par de siglos, como todas las naciones del mundo, puesto que el nacionalismo, y la identificación de nación con estado es un concepto que surge en el romanticismo (siglo XIX). No intente buscar eso antes, los habitantes eran vasallos de tal o cual fulano. Servían a tal o cual señor, súbitos de tal o cual rey. Y lo mismo daba que fuese uno que otro. El sentimiento de pertenencia a un pueblo, y por lo tanto, de nación (y posteriormente la reclamación de la soberanía para el mismo) es posterior, como ve, muy posterior al 1012 a.C. donde nos sitúa usted.
Por favor, ya no sé si pedirles que dejen de intentar adoctrinar a los demás, porque puede ser pedirles demasiado. Pero qué menos que dejar de acusar a los demás de lo mismo que ustedes hacen. Y si puede ser, dejen de una vez de pelearse como niños por la educación, por ver quién es capaz de adoctrinar a quien, preocúpense por enseñar a pensar a los niños, y se acabará todo adoctrinamiento posible. Aunque igual eso tampoco les conviene demasiado...

martes, 25 de septiembre de 2012

Más Senado

Llamadme loco, estáis en vuestro derecho, y lo respetaré. Pero aunque está de moda pedir la abolición del Senado, yo pienso que en su correcto uso puede estar una clave para el mejor funcionamiento de nuestra democracia. Y me atrevo a decir más, yo quiero más senado. 
En general está muy de moda hacer demagogia con el exceso de políticos, empiezo a no estar de acuerdo con todos esos postulados, y a considerarlos demagogia barata, y me temo que puede que malintencionada. Qué fácil es culpar de todo al exceso de políticos. Sí, el problema de España puede estar en su clase política, pero existen varias variables a analizar. Veamos, no sólo existe la cantidad, yo pienso que lo que falla es la calidad de los políticos, pero para nada su cantidad. También depende de lo que entendamos por políticos, yo lo que pienso es que demasiada gente vive cobrando sueldos por infinidad de cargos... pero estamos hablando de cosas distintas.
Senado. Antiguo hemiclo
Una cosa es que por ejemplo sobren cargos inútiles, duplicados, creados "ex profeso" a veces para "colocar" a los amigos de... y otra es ilustrar esa problemática centrándose en la figura del diputado, el senador... Ojo, que tampoco estoy defendiendo la actuación de los actuales diputados y senadores, pero en mi humilde opinión, su figura, lejos de ponerse en duda, debería ponerse en valor. La próxima vez que vayamos a votar, elijamos una lista que contenga a los diputados que de verdad van a trabajar representándonos. Es nuestro derecho, es más, es nuestro deber. Nosotros tenemos la culpa, porque somos nosotros con nuestros votos los que los sentamos ahí (mamandurrias a parte).
¿Tenemos derecho a quejarnos del mal funcionamiento de un sistema que nosotros mismos no sabemos usar? Es cierto que hay muchos factores que no dependen de nosotros, pero deberíamos entonar también un mea culpa y sobre todo, aprender bien la lección. 
Qué facil es decir que el Senado no sirve para nada, que está lleno de inútiles que no hacen nada, que a veces ni aparecen por allí, que si sus votaciones no se tienen en cuenta, que es un cementerio de elefantes... ¡Pero parte de la solución está en nuestra mano! Es la única institución con listas abiertas, y sin embargo poca gente se molesta en elegir y conocer a sus representantes en ella.
Nos hartamos de pedir más democracia, listas abiertas, más representación... y sin embargo al mismo tiempo queremos eliminar representantes, eliminar una cámara en la que ya existe la posibilidad de elegir directamente a la persona que queremos que represente los intereses de nuestra provincia...
Los partidos aprovechan muy bien esta falta de conocimiento, jugando al presidencialismo, cuando en España no tenemos elecciones presidenciales. Las campañas electorales se basan en aclamar al líder, al "futuro presidente". Españoles, que no, que no lo votamos nosotros. Que el presidente puede ser cualquiera, legalmente, lo eligen los diputados, a quienes sí elegimos nosotros.
No nos confundamos con USA, Francia u otros países que celebran en diferentes momentos elecciones legislativas (para elegir representantes en la/s cámara/s) y presidenciales. Nosotros no tenemos eso, aunque nos lo vendan quienes se benefician de que el pueblo piense eso, el famoso voto útil...
Algunas veces no me puedo contener y digo que el problema es que "en España la gente no sabe votar". Esto provoca un escándalo en los que lo escuchan, que si la gente es libre, que si cada uno tiene su opinión, que ellos tambien respetan... Por supuesto que a mi me da esactamente igual lo que vota la gente, o lo que piensa, no espero que todo el mundo opine lo mismo que yo, pero yo no me refiero a la orientación política de la gente, el partido en el que confíen. Me refiero al simple hecho de que uno eche el sobre en la urna sin haber leído nada más que el nombre de un partido. Estás eligiendo a unos diputados en tu provincia, son tus representantes, es su obligación representarte a tí, no a su partido... es tu derecho y tú deber saber quienes son antes de confiar en ellos, de lo contrario, eres casi tan culpable como ellos. 
Si has votado sin leer, sin preguntar, si no has votado, si no te involucras... no te vengas ahora a quejar, la democracia es el gobierno del pueblo, pero si el pueblo no participa y no gobierna... habrá otros agentes que ocupen su puesto, en este caso los partidos políticos y sus poderosos aparatos electorales y clientelares. Nosotros los hemos alimentado con nuestros votos y nuestra indiferencia, y ahora nos damos cuenta de lo realmente monstruosos que son.
Pero la solución no es eliminar representación del ciudadano en las instituciones concebidas para tal fin, es eliminar todos esos representantes en las empresas, todos esos asesores y personal elegido "a dedo"... Nos venden la moto de que un funcionario es un privilegiado, claro, ¿Y tu amigo el asesor que? ¿Ese apenas tiene para vivir no? No nos engañemos, no es que España tenga demasiados funcionarios, tampoco... las famosas duplicidades, no consisten en que un funcionario haga el trabajo de otro, si no en que un amigo tuyo haga el trabajo de un funcionario, y además, le pagas lo que quieres.
Hemos modernizado físicamente el Senado (nuevo hemiciclo), falta acabar de modernizar también sus funciones.
La solución tampoco es denigrar a la clase política en general, así sólo conseguiremos que, como hasta ahora, sólo accedan a ella los que en muchos casos no tenien su propia carrera profesional, o no logran prosperar en ella. Al contrario, tenemos que poner esos trabajos en un pedestal, y en consecuencia, exigir al máximo a quién ocupe esa función, sólo así conseguiremos que vuelvan a ser los mejores y no los mediocres quienes decidan ponerse al servicio de los ciudadanos. No podemos conformarnos, y por supuesto, tenemos que cumplir con nuestra parte del trabajo, es nuestra responsabilidad elegirlos bien, comunicarnos con ellos, exigirles que busquen soluciones a nuestros problemas, bajarlos del pedestal... ¡Y participar! ¡Esa es la clave!
No participar y esperar a que venga un mesías que lo arregle todo, y que mientras todo lo demás sobre, que pidamos menos representación parlamentaria, sólo nos conduce a sistemas políticos de los que en teoría escapamos. 
En conclusión, no menos, sino más, y sobre todo, mejor Senado.

miércoles, 20 de junio de 2012

¿AnáliSIs o análiNOs?


Desde hace varias semanas circula un jugoso rumor. No es nada nuevo, nuestro plan de estudios se basa en la pura especulación, dado que su desarrollo se está haciendo año a año, en lugar de haber hecho un planteamiento global como el resto de comunidades autónomas. Por lo que no es ninguna novedad escuchar comentarios entre profesorado y alumnado intentando clarificar un poco la situación en relación con los siguientes cursos. Algunos ejemplos:
  • ¿Cuántos cursos de Informática aplicada están previstos? Se entiende desde el profesorado que 2, debido que al primero que se ha implantado este año en 2º LOE se le ha llamado "Informática aplicada I", es lógico pensar que le seguirá como mínimo una "Informática aplicada II", vamos, sería lo esperado, pero sin saber nada sobre el plan de estudios para 3º LOE cualquier cosa es posible.
  • Piano complementario/2º instrumento. Nuestro primer año aquí recibimos la noticia de que se había eliminado esta materia del currículum de Grado en Música. Al final creo que solo se ha eliminado para nuestra promoción, porque al año siguiente, ¡sorpresa!, nuestros compañeros de 1º sí tienen esos créditos en forma de clase de 2º instrumento, porque ya habían aprovechado el año anterior para echar a la calle a los profesores de piano complementario (por no tener alumnos, qué ironía). En su lugar, parece que hemos tenido un Repertorio Orquestal que nuestros compañeros aún no disfrutan, y que tampoco está claro si tendrán el curso que viene, o si mantendrán el 2º instrumento... o las dos cosas, lo cual nos dejaría con la duda de qué pasa con el 2º instrumento que no hemos tenido... ¿A dónde han ido esos créditos?
  • Contrapunto. Es una materia que ha formado parte del plan de estudios LOGSE y que en un principio se mantenía, compartiendo espacio con Armonía, con diversas fórmulas según los conservatorios. En Murcia la opción elegida fue repartir esos créditos en 3 cursos, haciendo un curso y medio de cada. Pero al no aplicar correctamente la estructura en cuatrimestres el sistema no cuajó, y finalmente, el contrapunto se ha quedado fuera de nuestro plan de estudios, cursando dos años de armonía. Con los consiguientes despidos en profesorado del departamento de composición. Pero este tema es más delicado de lo que parece, a la mayoría de especialidades no les afecta directamente, excepto a los alumnos de musicología, pedagogía y dirección, que se tendrán que enfrentar en 4º a la asignatura de Fuga, con su examen de 11 horas, del que todos hemos oído hablar alguna vez, y que tendrán que afrontar sin apenas conocimientos previos de contrapunto... vaya fallo. Por cierto, la consejería tampoco quiso contratar a un profesor especialista en fuga, o eso se rumoreó a principio de curso, desconozco si se ha solucionado eso.
Pero el asunto que nos ocupa tiene una poca más de transcendencia de la que puede parecer. Es cierto que las tres materias anteriores no son un conocimiento sin valor, pero su peso y utilidad no se puede comparar a la de la última ocurrencia en modificaciones de planes de estudio: eliminar el análisis III.
En Murcia, la asignatura de análisis se imparte de manera anual (como todas las asignaturas, aún no conozco ninguna que sea cuatrimestral), en 3 años, por lo menos hasta ahora.
En el primer curso se aborda la música desde el canto gregoriano hasta el contrapunto de Bach.
El Rondó del Concierto KV.622 de Mozart para Clarinete ha sido objeto del exámen de Análisis II.
En el segundo curso, abordamos un preclasicismo que algunos piensan que podría haber sido dado en 1º para aligerar materia, el clasicismo, la forma sonata, el lied... y hasta ahí nada nuevo, es una materia que hemos dado por activa y pasiva durante años... pero por fin llegamos al romanticismo, al que dedicamos la segunda mitad del curso. 4 meses escasos para comprender un alto porcentaje de la música que tocamos, que presenta unas características mucho más complejas que el contrapunto o la música clásica.
El análisis de música contemporánea forma parte fundamental de la formación que otros conservatorios imparten.
Y por último, en el tercer curso, el siglo XX, que abarca autores tan dispares como Debussy, Schoenberg... una música cada vez más tocada y para la que tenemos que reconocer que no estamos preparados desde el punto de visa teórico para abordar. Desde el punto de vista de la especialidad de interpretación puede parecer que para tocar no hace falta saber análisis... pero, ¿De verdad podemos transmitir el sentido completo de una obra solo conociendo sus notas, su tempo y sus matices? ¿En qué nos basaremos para frasear, o es que la música contemporánea la tenemos que tocar como un ordenador? Permitidme que cite las palabras de un sabio maestro: 
"La armonía y el análisis, claro que no son necesarias para interpretar, son herramientas. Si no las tienes, tendrás que buscar a alguien que las tenga y te ayude, pero tener herramientas te da autonomía. Es como quien no tiene un martillo, ¿lo necesitas? claro que no, pero si se te estropea algo, tendrás que llamar a alguien que lo tenga para que te ayude. En la vida del músico esto equivale a cuando necesitamos acudir a otras personas para que nos enseñen a entender la música que nosotros solos no somos capaces de descifrar. Por falta de herramientas"
Los conocimientos en historia, análisis, armonía, contrapunto y otras materias que se han perdido en el camino no son un mero relleno en el plan de estudios, como tampoco lo son la música de cámara, la orquesta, que antes no existían. Todo cumple su función, y debe ser formar de la mejor manera a músicos completos y autónomos, no dejemos que nos quiten ese derecho.
Es cierto que no es necesario tener estos conocimientos para ser un buen intérprete. Que muchos de los grandes solistas no los tienen, se han formado en sus instrumentos en las clases de los mejores profesores, probablemente sin perder el tiempo con ejercicios de armonía, o analizando fugas que nunca tocarán. Muchos no han tenido que estar encerrados 3 horas todas las semanas en clase de banda, alguno puede que ni haya tenido clase de música de cámara. Han estudiado y han estado bajo la supervisión de su maestro, y han aprendido muchas de estas cosas con su propia experiencia, en las mejores orquestas o tocando obras maestras con los mejores grupos de cámara. Muchos de los no pianistas no saben tocar el piano. Y han triunfado sin que esto les haya supuesto el más mínimo problema. Pero no van por ahí los tiros.
Reconozcamos ya de una vez que un conservatorio superior español no es una escuela de alto rendimiento instrumental. Los datos nos predicen que un alto porcentaje de los titulados puede que acabe, con mucha suerte, en un instituto de educación secundaria, o en un conservatorio si tienen más suerte... carne de oposiciones. Un porcentaje relevante tendrá opciones a desarrollarse como intérprete en alguna orquesta, a base de esfuerzo, formación y muchas pruebas. Y un porcentaje mínimo, los que consiguen desarrollarse como intérpretes de altísimo nivel, por desgracia son excepciones, aunque por fortuna no son tan raras.
Visto que nuestros conservatorios no pueden garantizarnos una excelencia interpretativa, creo que lo mínimo que les podemos exigir es una buena formación en todos los ámbitos que nos puedan ser útiles para nuestra vida tras el conservatorio. Recordemos que nadie nos obliga a acudir al conservatorio para ser un buen intérprete, así que vaciar de contenido nuestra "licenciatura" no contribuye a que el resto de la comunidad educativa y universitaria nos tome en serio, ni a mejorar nuestra educación musical. Simplemente nuestro título será más barato para el estado pero igual de caro y menos útil para nosotros. Yo pienso que es una estafa.

sábado, 21 de abril de 2012

La calidad de la educación.


A raíz de la escucha de un interesante programa de RTVE en radio clásica , donde se hablaba de la importancia de la pedagogía musical en los centros de enseñanza superior y del debate constante que en España tenemos sobre la calidad de la educación, el otro día, mientras volvía de cortarme el pelo (donde, por cierto, salió el tema) venía pensando un poco sobre este tema.
Finlandia, como los envidiamos, ya desde hace tiempo.
Nos quejamos mucho de la calidad de la educación en España, nos vamos a fuera a estudiar o a completar estudios, porque aquí no nos forman suficientemente, y a raíz de eso, se genera una obligación indirecta de cursar másteres y complementos a nuestras carreras, pues, ante la gran competencia en el mercado laboral, nos encontraremos en una gran desventaja si no poseemos esos estudios.
Claro, si invertimos la mitad que Suecia o Finlandia... no podemos conseguir lo mismo.
Decimos que España está en la cola de Europa en educación, que tal o cual informe nos deja quedar fatal, que el abandono escolar es muy alto, que cada día escribimos o hablamos peor, que no sabemos inglés... no es mentira, pero tampoco deberíamos exagerar tanto las cosas. Para empezar tenemos la suerte (de momento) de haber llegado a conseguir una educación pública muy barata, en comparación con cualquiera de nuestros vecinos y con la calidad que se nos ofrece. Mantener nuestro sistema educativo es muy caro, y aunque no sobresalimos en la inversión que se realiza en él, no es ésta exclusivamente la causa de nuestros males.
Es cierto que si invirtiésemos más mejoraríamos, pues hay múltiples carencias que se podrían subsanar, mejoras en infraestructuras ya anticuadas, material escolar, investigación... e incluso podría servir como motivación, al sentir que el estado invierte en nosotros, que confía en nuestro potencial o nuestro trabajo (al revés de lo que a veces puede llegar a parecer).
Célebre campaña de la Región de Murcia agradeciendo el trabajo de sus maestros. Si me preguntáis mi opinión, visto lo visto, me parece un poco hipócrita en este caso... pero algo es algo.
Pero uno de los problemas importantes son los maestros. Sí, no me apedréeis aún, me explico. No me refiero a los maestros en general, sino a su imagen, a la función que les otorgamos, a su proceso de formación y selección... Claro que en España hay buenos profesores, pero a diferencia de otros países que sí nos ganan en Educación (Finlandia y otros), su papel en la sociedad no está suficientemente valorado.
Reconozcámoslo, en España el que no vale para algo, se dedica a enseñarselo a los demás. Y eso es un error tremendo. No puede ser que los alumnos estemos a veces en manos de las personas más inexpertas del sistema, el maestro tiene que ser el mejor de todos, no el peor. Como consecuencia de esto, por muchos y muy buenos profesores que tengamos, su papel es menospreciado, la sociedad pasa a entender que si estás dando clase es porque no valías para ejercer otra carrera. Otro error, nuestras facultades de educación y pedagogía deberían tener filtros tan duros como medicina, pues la gente que de ahí sale se encargarán de la educación de las mentes más vulnerables de todas. En lugar de eso, todos sabemos lo poco que se valoran esos estudios dentro del ámbito universitario.
No podemos seguir tratando a la docencia como una salida mediocre. No podemos seguir fingiendo que todos podríamos dar clase, que todos llevamos un perfecto pedagogo dentro. La labor del maestro es muy importante, insustituíble, yo creo que son la clave para solucionar los problemas educativos.
Tenemos que entender esto, es sencillo, pero a veces cuesta: no todo el mundo vale para ser docente. A veces da la sensación de que es al revés, estudias una carrera no-técnica y la premisa es que no todo el mundo vale para ejercerla, el resto, a opositar en la enseñanza. 
Yo creo que cuando entendamos esto, podremos hablar de excelencia y todas esas palabras grandielocuentes que usan los políticos para prometer lo que no pueden conseguir, sobre todo con las medidas anti-educativas que toman y con su poco compromiso con la educación y la cultura como derecho fundamental.
Puede haber a quien no le interese, pero tenemos derecho constitucional a la educación y a la cultura, que no nos engañen.

miércoles, 18 de abril de 2012

Los niños deben socializarse.

Después de enterarnos de cómo sugiere el ministerio de educación que se cristalicen los "ajustes o reformas" del gobierno para ahorrarle al estado unos 10.000 millones de euros, hemos escuchado la defensa que de esas medidas ha hecho el ministro de educación, nuestro ya querido amigo el señor Wert.
Nuestro queridísimo ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert
Nunca hemos sacado demasiado pecho de la situación de la educación en España, más bien lo contrario. Llevamos años cambiando de leyes educativas, y quejándonos de diversas situaciones que nos afectaban. Sin embargo, creo que nunca una misma persona nos había dado tanto de lo que hablar en tan poco tiempo, en lo que a este campo se refiere. Desde su llegada a la cartera ministerial hace ya casi 4 meses de manera periódica, el señor Wert nos ha venido dando algún que otro disgusto o anécdota.
Nos dice que, su medida de subir la ratio de alumnos por grupo, es para mejorar la enseñanza, que los niños necesitan estar con más niños. Vamos, que 25 niños no son suficientes, y si ya había problemas (porque los había, que él mismo se quejaba de que estamos a la cola...) ahora ya con 40 va a estar todo mucho mejor, porque en vez de atender en clase, los niños se socializarán más.
Xesús Vázquez, el famoso superconselleiro de Educación y Cultura de la Xunta de Galicia visita el mupega, estará cogiendo ideas para su colega Wert.
Y claro, tampoco son medidas destinadas a despedir personal (para ahorrar gastos, que es lo que sí pretenden, aunque ahora digan que es en beneficio de la eficacia del sistema educativo), no se despedirá a nadie, simplemente a partir de julio no se les renovará el contrato que ahora tienen.
La verdad es que el señor Wert podía haber sido algo más imaginativo y calcular también el gasto en calefacción que se ahorrará (si es que la llega a haber el curso que viene, no sería el primer caso gestionado por su partido, ni el segundo...) al tener a más niños por aula, más juntos, calor corporal más el propio vaho pueden calentar un aula, 25 son pocos pero si ponemos a 40 algo subirá la temperatura. Y si no, el frío hace que se espabilen las mentes, eso sumado con la socialización antes mencionada... ya no hará falta hacer inversiones en I+D+i ni nada de eso, nos saldrán los premios nobel como churros (o como medallas deportivas, orejas taurinas, procesiones... para eso sí hay dinero).
El gobierno mantiene las subvenciones a festejos taurinos y otros eventos (véase el caso del festival SOS 4.8 en Murcia) mientras dejamos que quiebren nuestras orquestas, que nuestras bibliotecas no reciban ayudas para mantener sus servicios, que nuestros auditorios no tengan programación, se privaticen o que incluso ni tengan escenario (como en Ferrol)... ¿Qué dicen de esto aquellos que sólo se acuerdan de la "cultura española" para usarla como arma arrojadiza con fines políticos? Sabíamos que la cultura no es algo relevante para los políticos, muchos dicen ahora que no es prioritaria, que es un lujo. En tiempos de crisis, toca ser incultos, porque la cultura no es un negocio rentable, ni la educación, ni la investigación. Eso dicen, aunque con otras palabras (a veces, porque hay por ahí alguno que se asincera de vez en cuando). No saben lo equivocados que están.
Pero ojo, que no es una equivocación casual, para nada. Un país más culto es un país más crítico con sus políticos. Ciudadanos que piensen, ese es el problema.
Lo ciudadanos están mejor socializándose: en la iglesia, en la plaza de toros, o en el estadio... panis et circensis.
Pan y Toros. Goya.

sábado, 10 de marzo de 2012

¿Dirías que no?

A nadie se le escapa que vivimos en una sociedad competitiva, que no todo el mundo tiene posibilidad de obtener lo que desea a no se que luche por esa causa. En un mundo falto de oportunidades, tenemos que agarrarnos a cualquier oferta que nos hagan, sobre todo cuando realmente es algo que nos beneficia. ¿Egoísmo? Puede, pero hasta cierto punto podemos llegar a decir que no, porque nuestro instinto de superación nos tiene que hacer buscar los caminos para progresar, sin que esto tenga necesariamente que perjudicar a los demás. Yo pondría ahí el límite, no me considero partidario en exceso del egoísmo, pero no podemos ser faltos de inteligencia (por no decir tontos) y rechazar las oportunidades que se nos pueden llegar a ofrecer fruto de nuestro esfuerzo (no necesariamente atajos, si estáis pensando en eso), siempre y cuando este beneficio nuestro no conlleve un perjuício consciente a otras personas.


Las oportunidades rara vez vendrán hasta nuestra casa a llamarnos al timbre, cual cartero o publicista. Lo general es que seamos nosotros quienes acudamos al timbre de las oportunidades, a ver si cae algo. No creo que alguien que se queda en su casa cómodamente sentado esperando a que le llamen tenga derecho a criticar a quien con su implicación y esfuerzo ha buscado su camino llamando a todas las puertas a donde fuese necesario. Y si fruto de moverse por diferentes ámbitos, de colaborar con mucha gente, alguien le ofrece una oferta de colaboración en algo importante, que normalmente sería más complejo de conseguir... ¿Es ilícito aceptarlo?


Ojo, que no se entienda que defiendo con estas palabras la elección digital de la gente, ni mucho menos, pero me cuesta creer que haya gente que diga que no ante una oferta, que supone una oportunidad de acceder a vivir una experiencia que no se puede vivir con facilidad. Ese tipo de oportunidades surgen, y quien está en el frente dando la cara, moviéndose y llamando a todas las puertas, es quien las acaba aprovechando. En estos casos, claramente, la crítica se debe dirigir, primero a uno mismo, por no haber sido capaz de estar a la altura, pero por supuesto también a quien teniendo canales ordinarios mediante los cuales ofertar las oportunidades las adjudica al mejor postor, sin contar con los demás. Desde luego no creo que debemos en ningún caso cargar contra quien aprovecha este tipo de oportunidades (ojo, tampoco me refiero a quien vive sólo de buscarlas, entrando en cadenas de favores y otras historias) que surgen normalmente de manera inesperada y con poco tiempo para decidir si aceptar o no. La opción más sensata, en la mayoría de los casos suele ser aceptar, no está este mundo para andar rechazando buenas ofertas.

Todos hemos oído hablar de mafias, caciquismo, clientelismo...

Pero claro, si se acepta se entra en el riesgo de que te confundan con quien sí se sirve de esas redes de clientelismo, incluso perjudicando a los demás. Y esto sí que lo rechazo con rotundidad. Pienso que esta confusión es errónea y peligrosa, puede acabar creando mal ambiente entre los colegas de profesión, que pueden no entender en su totalidad las circunstancias, dejándose llevar a veces por las malas lenguas y los rumores... Para quien pueda sentir envidia, o frustración, es importante ponerse realmente en el lugar de quien vive esta situación, pues me cuesta mucho pensar que alguien a quien le importa tanto algo, lo habría rechazado si se lo hubiesen ofrecido sólo porque no lo conseguiría por el método más ordinario. No lo entiendo.

Y de todo lo anterior surge mi pregunta, sentíos libres de contestarla y contarme vuestras opiniones, la que acabo de expresar es relativamente flexible en diferentes aspectos, pero a falta de debatirla con nadie es la que tengo. No busco exponer ex catedra mi manera de pensar, sino más bien suscitar el debate. Espero vuestros comentarios.

domingo, 12 de febrero de 2012

¿Y todo esto para qué?


La pregunta es casi obligada. Hace escasos días, el tribunal supremo ha tirado por la borda la que, por su duración, ha sido una mera ilusión, una broma pesada, la idea de que los músicos podíamos obtener una titulación universitaria de igual nombre y rango que el resto, tal y como ocurre en gran parte de los países del mundo.

El plan bolonia y la Ley Orgánica de la Eduación (LOE) nos ofrecían el sueño de unas titulaciones estándar para el conjunto de la UE, el llamado Espacio Europeo de Educación Superior. Era una oportunidad única de arreglar todo lo que no había funcionado bien en los planes anteriores (66, y LOGSE), y de dejar a las futuras generaciones de estudiantes-músicos un buen plan de estudios que los formase mejor. Hay que decir que por lo general, este es el espíritu de cualquier reforma en los planes de estudio, hasta aquí todo normal.

Pero, en las enseñanzas artísticas no hay nada normal, la propia denominación lo dice: Enseñanzas de régimen especial. Y lo que ocurrió fue que las cosas se hicieron tarde, y mal, para variar. Mientras el plan bolonia se empezaba a aplicar en algunas facultades, que habían diseñado sus nuevos Grados, y el resto estaban hasta las cejas de trabajo en la elaboración de sus nuevos planes de estudio, en los conservatorios todavía no sabíamos la que se nos venía encima. Porque la universidad y el resto de enseñanzas superiores nunca han ido demasiado de la mano.

Los primeros en fallar, los políticos, sin duda. Esto no creo que sorprenda a nadie. El decreto para la aplicación del plan bolonia en las enseñanzas artísticas se aprobó deprisa y corriendo, un decreto de mínimos, instando a otros a desarrollarlo. Pero en el estado de las mil administraciones casi nadie reparó en ese decreto desde octubre de 2009 hasta mediados de 2010 (prácticamente en fin de curso), cuando las autonomías  tomaron cartas en el asunto, instando a sus conservatorios a implantar los grados en música al curso siguiente (tan solo unos meses más tarde). El resultado, un caos.

El primer regalo del nuevo plan bolonia fue el caos en las pruebas de acceso. En medio del caos, y a pocas semanas de la realización de las mismas, las consejerías de educación y los conservatorios tuvieron que decidir si hacían las pruebas de acceso según el modelo LOGSE o LOE (el proceso por el nuevo plan incluye novedades, como una prueba auditiva). Como resultado tuvimos pruebas aplazadas a una fecha por determinar en julio o en septiembre (Galicia y Madrid por ejemplo, casos que he vivido en primera persona) y otras muchas que se realizaron por el sistema anterior en su fecha prevista. 
Manuscrito de Beethoven.
Luego, nuestros profesores tuvieron que pasar un verano reordenando nuestro viejo grado superior, haciendo cálculos de créditos ECTS hasta encajarlo todo y dejar más o menos planificado un currículo de 4 años bajo la promesa de un Grado en Música. Digo más o menos, porque en algunos casos no está claro que haya un plan completamente detallado, a juzgar por lo poco que se publica sobre él, y los cambios que se realizan año a año. Da una horrible sensación de improvisación constante.

No es la primera vez que, medio en serio o medio en broma, se comenta la posibilidad de que cuando acabemos, nos podamos llevar una desagradable sorpresa, resultado de esta falta de planificación (créditos o materias de menos, o que no se reconozcan) y nos podamos ver perjudicados de alguna manera. Si a alguna autoridad educativa, en un arrebato de inspiración, le da por revisar los planes de estudios de todos los conservatorios, y ve las diferencias que hay... nuestro plan de estudios, en concreto, no está aprobado por nadie, el día de mañana acabaremos y alguien le dará el visto bueno. Pero... ¿Y si no lo hace? No es algo probable.. ¡Pero no es imposible! Estudiamos sobre una inseguridad y una desprotección jurídica bastante importante.

El año pasado había un curso de armonía y medio, este año ya son dos. El año pasado había otro tanto de contrapunto, este año ya ha desaparecido todo. La informática que este año se hace en 2º, el año que viene estará en 1º. El segundo instrumento que hay en 1º ha aparecido este año por arte de magia, pues el año pasado nadie sabía de él, y en cambio había un repertorio orquestal, que estamos dando por duplicado, pues ahora está en 2º.

Los centros no han recibido apoyo de las instituciones, se ha hecho un enorme esfuerzo extra, por intentar adecuarse en tiempo récord y nadie ha supervisado nada. Han tirado la piedra, y han escondido la mano. Y luego han recortado la piedra tambien, porque estamos en crisis, y claro, si hay que prescindir de algo, la educación es la primera en pagar. No contentos con todo, se han recortado partidas a los conservatorios, se ha reducido el número de profesores, e incluso algún centro ha tardado tanto en cobrar el dinero, que no se ha podido encender la calefacción ni pagar el teléfono por falta de liquidez. Porque señores, de la administración pública ya no se fía nadie, pero esa es otra historia.
Tribunal Supremo. Madrid
Dos años despues de todos estos sacrificios, resulta que el tribunal supremo le da la razón a la universidad de Granada. No podemos tener un título universitario, porque no vamos a la universidad. Cristalino y transparente, agua. Entonces...¿Cómo no se ha dado cuenta nadie antes? ¿De verdad nadie pensó que esto podía pasar? ¿Ninguna persona en el ministerio de educación pensó que una universidad podía reclamar, y que tendrían razón? ¿De verdad fueron tan ingenuos que pensaron que nadie se daría cuenta, que podían meternos en el saco con todos y nadie diría nada? ¿Que podían crear títulos de la nada, sin reformar el sistema?
 
Por lo que se ve, así fue. La solución fácil era poner en el decreto que los conservatorios podían actuar como universidades, y que con eso sólo ya llegaba. Luego cada conservatorio se busca la vida para adecuar los créditos... y listo, graduados en música. El resultado es una adaptación del anterior Grado Superior, con algunos cambios, que pasa a convertirse por arte de magia en un Grado que además es válido en el famoso EEES (Espacio Europeo de Eduación Superior), todo un logro, vistas las circunstancias.

La sentencia mata las aspiraciones de un grado en EEAA en nuestros conservatorios.

Ahora empieza un período de incertidumbre, hasta que alguien en el ministerio mueva ficha y decidan algo. La solución más probable es la de que nos adjudiquen un Título Superior equivalente, vamos el mismo parche de toda la vida. Pero a la vez esta sentencia abre la puerta a que las universidades muevan ficha definitivamente en favor de la música (aunque teniendo en cuenta lo volcadas que están en las carreras científicas, yo no apostaría demasiado) al poder ellas ofertar el tan ansiado Grado que nos iguale en nombre, y no sólo en equivalencia. Que nos quite el complejo de músicos que la sociedad a veces nos crea.
Dos años después, parece que volvemos al mismo punto, ¿o quizás nó?